En la actualidad, además de las crisis económica y alimentaria, el país enfrenta una continua inestabilidad política y social que parece no tener salida y que afecta a millones de peruanos y peruanas que vienen buscando superar los impactos de la pandemia por el COVID-19. Por un lado, los enfrentamientos entre los poderes ejecutivo y legislativo polarizan el escenario; y por el otro, se producen consensos políticos y legislativos que protegen intereses informales e ilegales y hacen retroceder reformas claves para el país. Una dinámica en la que se viene debilitando aún más nuestra ya débil democracia.
Ante este escenario adverso, la Red Colaborativa de Diálogo y Construcción de Paz (RCDCP) comenzó a generar espacios de diálogo y reflexión sobre la crisis política actual y posibles rutas para superarla y generar condiciones para no repetir el círculo vicioso en el que parece estar entrampado el país. Estos diálogos se impulsaron tras la nueva crisis de gabinete de gobierno producida por la renuncia de Mirtha Vásquez como presidenta del Consejo de Ministros en febrero de este año. A raíz de este hecho, la RCDCP difundió un pronunciamiento en el cual se demandó al gobierno generar prácticas democráticas y transparentes, y convocar la participación de personas calificadas e íntegras para ejercer la gestión pública.
La RCDCP es una plataforma multiactor y plural que se encuentra conformada por especialistas con amplia experiencia en la prevención de la violencia, transformación de conflictos y construcción de paz. Los principios que guían los espacios que promueve la RCDCP son: democracia, Estado de Derecho, derechos humanos, acción sin daño, diálogo, prácticas restaurativas, transformación de conflictos, y la pluralidad e inclusividad.
A partir de estos principios, y preocupados por el escenario actual, la RCDCP plantea la necesidad fundamental de profundizar un amplio diálogo ciudadano que sea restaurativo y transformador. Un diálogo ciudadano en el que se reconstruya los vínculos de confianza entre demócratas de diferentes procedencias sociales y orientaciones políticas, quebrados en el contexto de polarización y fragmentación. Es en ese esfuerzo genuino y sostenido que una ciudadanía activa podrá conectarse para desplegar una energía social cohesionadora y resiliente que haga emerger procesos transformativos con sentido constructivo.
Siguiendo este propósito, la RCDCP ha generado puentes de contacto y diálogo con distintos actores de cooperación internacional, academia, sindicatos, empresas, Iglesia, organizaciones de base y sociedad civil organizada.
En ese sentido, la RCDCP, como promotores y facilitadores de procesos de diálogo, considera fundamental ampliar y profundizar el diálogo ciudadano plural y multiactor en todo el país, en el que también se construyan consensos fundamentales sobre reformas políticas, lucha contra la ilegalidad y garantizar una gestión pública de calidad.
Así, la salida a la crisis debe incluir una apuesta por un diálogo ciudadano que incida sobre los actores que toman decisiones en el sistema político en el corto plazo, pero sostenido con una perspectiva sistémica de largo plazo. Un diálogo ciudadano apoyado sobre valores convergentes como la promoción del bien común, la democracia, los derechos humanos y la integridad institucional.